Como Apoyar Sin Dolor con un Esguince
Devuelve así su función a tu tobillo

Toni Fisioteduca
Si alguna vez te has torcido el tobillo, sabes lo frustrante que es intentar apoyar el pie sin sentir que pisas sobre vidrios rotos. La buena noticia es que sí puedes volver a caminar sin dolor, pero hay un proceso y una progresión clave que debes seguir. Nada de ir cojeando por la vida sin rumbo, aquí te explico cómo hacerlo de manera segura y efectiva.
Lo primero: no entres en pánico
Cuando nos hacemos un esguince, la reacción más común es evitar apoyar el pie a toda costa. Pero lo peor que puedes hacer es quedarte quieto por miedo. El cuerpo necesita movimiento controlado para sanar correctamente. Eso sí, no se trata de forzar, sino de seguir una progresión adecuada.
Cómo empezar a apoyar sin dolor
- Descarga parcial: Al principio, es normal que no puedas poner todo tu peso sobre el pie lesionado. Puedes usar muletas o apoyarte en una pared para distribuir la carga progresivamente. El truco es apoyar poco a poco sin llegar a sentir dolor agudo.
- Contacto ligero con el suelo: Comienza simplemente tocando el suelo con el pie afectado sin transferir peso. Esto ayuda a que tu cerebro vuelva a confiar en el tobillo y reduzca la sensibilidad excesiva.
- Carga gradual: Una vez que el contacto con el suelo no cause molestias, empieza a transferir peso progresivamente. Puedes intentarlo con apoyos breves mientras estás de pie o haciendo pequeños desplazamientos laterales.
- Marcha asistida: Caminar con apoyo, ya sea usando un bastón o apoyándote levemente en muebles o una pared, permite que el tobillo se acostumbre a la carga de forma segura. Lo importante aquí es evitar cojear demasiado, ya que podrías sobrecargar otras partes del cuerpo.
- Paso completo y controlado: A medida que el dolor disminuya, intenta dar pasos completos, asegurándote de que el talón toque el suelo primero y luego la planta del pie, sin saltarte ninguna fase del paso. No corras ni des pasos bruscos.
Señales de que estás progresando
- Puedes apoyar el pie sin sentir un dolor intenso.
- Logras distribuir el peso de manera uniforme sin forzar el otro lado del cuerpo.
- Puedes caminar sin compensaciones exageradas como cojear o inclinarte demasiado hacia un lado.
Cuándo evitar el apoyo completo
Si al intentar apoyar sientes dolor punzante, inestabilidad extrema o el tobillo sigue muy inflamado, es mejor reducir la carga y probar más adelante. En estos casos, el uso de vendajes o una tobillera puede ayudar a proporcionar estabilidad.
Un esguince de tobillo no significa que debas evitar el apoyo por completo, sino que debes hacerlo de manera progresiva y sin dolor. Escucha a tu cuerpo, sigue una progresión adecuada y pronto volverás a caminar con normalidad sin arriesgar una recaída. El movimiento es clave para la recuperación, pero siempre con control.